No soy muy
aficionado a las adaptaciones teatrales, quizá porque no estoy muy puesto en
este arte escénico. Sin embargo, hoy voy a comentar la estupenda versión
cinematográfica de una obra teatral de Eugene O’Neill, que cuenta con un puñado
de actores en estado de gracia y una dirección hábil. Preparados por que
llega...
El Repartidor de Hielo
Ficha técnico-artística:
Título original: The Iceman Cometh.
Año de
producción: 1973.
Director: John Frankenheimer.
Producción: Ely A. Landau, Les Landau, Edward
Lewis y Robert A. Golsdton.
Guión: Thomas Quinn Curtis, basado en la obra teatral de Eugene O’Neill.
Fotografía: Ralph
Woolsey.
Montaje: Harold F. Kress.
Música: (sin música).
Reparto: Lee Marvin, Robert Ryan, Fredric March, Jeff Bridges, Moses
Gunn, Martyn Green, Bradford Dillman, Evans Evans.
Género: Drama.
Nacionalidad:
Estados Unidos.
Duración: 171
minutos.
Sinopsis:
Un grupo de
gandules, inadaptados, anarquistas, alcohólicos y prostitutas se aíslan de sus
problemas a través de la bebida mientras hacen planes que, evidentemente, no
piensan cumplir. Cuando llega “Hickey” para su borrachera anual y celebrar el
cumpleaños del propietario del local, los sueños y aspiraciones de cada
personaje se desvanecen con doloroso patetismo, exponiendo las necesidades
humanas de ilusiones y fantasías como un antídoto de su propio engaño y
desesperación.
Trailer de la película (The Iceman Cometh, 1973).
Comentario:
No soy muy
aficionado a las adaptaciones cinematográficas de obras teatrales porque, normalmente,
adolecen de un excesivo celo a la hora de llevar a la pantalla lo que se ve en
la escena, reduciendo así las posibilidades expresivas que permite el cine y
que el teatro, por razones obvias (imposibilidad de primeros planos,
inmovilismo del espectador frente al escenario, etc.), no dispone. Sin embargo,
he podido disfrutar de este largometraje que reproduce la obra homónima del
premio Nobel Eugene O’Neill (https://es.wikipedia.org/wiki/Eugene_O%27Neill)
y me he quedado fascinado por su dinamismo, puesta en escena e interpretación.
Desgraciadamente, a pesar de que la duración de la película es de 239 minutos,
la edición que he podido conseguir la presenta recortada a 171 minutos.
Es cierto que se
toman algunas licencias narrativas como el hecho de modificar el orden de
algunos diálogos o eliminar a un personaje de la obra debido a limitaciones de
tiempo (y aun así la versión original del film dura 4 horas) pero, de todos
modos, se mantienen los monólogos (que son recitados al dedillo por los
actores) y el espíritu de una obra que trata temas como el sindicalismo/anarquismo,
conflictos raciales y, sobre todo, la necesidad del ser humano de tener sueños
a los que aferrarse para mantenerse con vida.
Lee Marvin como “Hickey”
(The Iceman Cometh, 1973).
Esta versión
forma parte de la colección del American Film Theatre creada por el productor
Ely Landau, cuyo objetivo era combinar la excitación del teatro con la
accesibilidad y las posibilidades visuales del cine. Así, se produjeron 14
films durante los años 1973 y 1975 basados en obras de teatro del siglo XX pero
que no debían ser adaptaciones formales (o lo que se suele llamar “teatro
filmado”) si no “traducciones” de estas obras al lenguaje cinematográfico.
Desde mi punto de
vista, esta película merece destacarse, en primer lugar, por las excelentes
interpretaciones de todos y cada uno de los miembros del reparto; con especial
mención a los cuatro actores que llevan el gran peso de la trama: Lee Marvin,
Fredric March, Robert Ryan y Jeff Bridges; cada uno en su estilo, pero el resto
de actores están excelentes en sus papeles. En segundo lugar, destacar la hábil
dirección de Frankenheimer en la que demuestra un impresionante manejo de la
cámara, moviéndola para empatizar con los personajes y creando una atmósfera
que se podría calificar de fascinante. A esto último contribuye el diseño de
producción, la planificación de los encuadres y la composición del plano,
milimetrados. Asimismo, el director demuestra un gran control del tempo y el
espacio narrativos.
Metiendo cizaña
(The Iceman Cometh, 1973).
A modo de
curiosidades, indicar que esta fue la última película en la que intervinieron
Fredric March y Robert Ryan; el director John Frankenheimer declaró que es su
mayor logro artístico y que lo más difícil fue recortarla… aun así fue la
primera película en tener dos intermedios. Además, existen otras versiones de
la misma obra adaptadas para la televisión, entre las que destaca una en dos
capítulos de 1960 dirigida por Sidney Lumet y con Jason Robards Jr. y Robert
Redford como protagonistas.
Robert Ryan como anarquista desilusionado (The Iceman Cometh, 1973).
En resumen, El
Repartidor de Hielo es una película muy interesante, con aciertos como las
interpretaciones de todos y cada uno de los actores implicados, el excelente
trabajo de cámara y el soberbio uso del tempo y espacio narrativos. Vale la
pena destacar que Robert Ryan declaró que le gustaría ser recordado por esta
película y, sinceramente, no me extraña. Incluso en la contraportada del DVD se
puede leer: “Una genuina gema perdida del cine americano de los 70, que
raramente ha sido vista desde 1973”. En IMDB (http://www.imdb.com/title/tt0070212/?ref_=nv_sr_2)
la valoran con un 7.4/10 tras la votación de, tan solo, 1046 usuarios de esta
base de datos; lo que deja bien claro lo oculta que se encuentra esta cinta.
Por suerte,
podemos disfrutarla en YouTube…
La película completa (The Iceman Cometh, 1973).
Calificación
global: 80/100