Hud, El Más Salvaje Entre Mil
Ficha técnico-artística:
Año de
producción: 1963.
Producción: Irving Ravetch, Martín Ritt.
Guión: Irving Ravetch, Harriet Frank Jr.
Basado en la novela de Larry McMurtry.
Montaje: Frank Bracht.
Música: Elmer Bernstein.
Reparto: Paul Newman, Melvyn Douglas, Patricia
Neal, Brandon De Wilde, Whit Bissell, Crahan Denton, John Ashley, Val Avery,
George Petrie.
Género: Drama /
Western.
Nacionalidad:
Estados Unidos.
Duración: 107
minutos.
Sinopsis:
El honesto y
trabajador ranchero tejano Horner Bannon tiene un conflicto con su hijo Hud, un
hombre sin escrúpulos, egoísta, arrogante y egocéntrico que se ha hundido en el
alcoholismo tras matar de manera no intencionada a su hermano en un accidente
automovilístico. La intensidad del conflicto entre ellos se hace insostenible
cuando la muerte de una de sus reses se revela como producida por una grave
enfermedad contagiosa que les obliga a deshacerse de todo su ganado.
Trailer de la película.
Comentario:
Habitualmente
calificada como un “western”, esta película se rebela como un drama sin
concesiones en el que individualismo y codicia terminan triunfando sobre los
principios de honestidad y convivencia. Esto se puede ver como un conflicto
generacional simbólico entre el pasado de Estados Unidos (personificado por
Melvyn Douglas) y el futuro del país (personificado por Paul Newman).
Paul Newman caracterizado como Hud (Hud, 1963).
A pesar de que el
rodaje solo duró 4 semanas, el equipo técnico logró sacar el máximo partido a
las localizaciones en exteriores de Texas. Sin embargo, si hay algo que merezca
ser destacado sobremanera en esta película son las excelentes interpretaciones
de los tres actores principales: Paul Newman, Melvyn Douglas y Patricia Neal.
Si bien el resto de intérpretes está más que correcto, la labor de Newman como
protagonista no deja lugar a dudas de que estamos frente a uno de los mejores
actores del cine norteamericano, que domina perfectamente el lenguaje corporal
y que es capaz de adueñarse de una escena con su presencia. En esta película
concretamente, es capaz de ser odioso, seductor, ingenioso, sensible y duro al
mismo tiempo y sin necesidad de exagerar sus expresiones. Un anti-héroe que se
convirtió en referencia para la juventud del momento y que enlaza con la parte
oscura de los personajes rebeldes interpretados por James Dean la década
anterior. Por otra parte, Melvyn Douglas da muestras de una potencia
interpretativa inusitada en su carrera y que le hizo merecedor del Óscar al
mejor actor de reparto. ¿Qué decir de Patricia Neal? Sublime en su papel de
asistenta en el rancho, sensible a la vez que curtida en la vida; ¿cómo no? Se
llevó el Oscar a la mejor actriz ese año. A destacar también el papel de
Brandon De Wilde como el nieto, que admira a Hud pero adora a su abuelo.
Enfrentamiento entre Newman y Douglas (Hud, 1963).
Patricia Neal y Paul Newman (Hud, 1963).
Entre los
aspectos técnicos, además de una dirección hábil y un guión potente y bien
estructurado, destaca sobremanera la excelente fotografía en blanco y negro de
James Wong Howe en la que el gran contraste (cielo y suelo blancos y sombras
totalmente negras) acentúa el dramatismo y la dureza de las secuencias,
logrando además mucha profundidad al iluminar desde el suelo los planos. El
propio director de fotografía comentó que había tratado de darle un tono de
“western” al film, y recibió un Oscar por el impresionante trabajo realizado.
Newman se atreve con la cámara (Hud, 1963).
Para completar el
tono del film, los encuadres están muy bien pensados y logran ampliar o
minimizar el espacio narrativo de acuerdo a las exigencias del guión, creando
situaciones agobiantes no solo con lo que los actores dicen si no también con
la planificación visual, además de captar de manera excelente el magnífico
trabajo de lenguaje corporal realizado por todos los intérpretes.
Newman, Douglas y De Wilde (Hud, 1963).
Como ejemplos de
planificación, me gustaría destacar la secuencia del sacrificio del ganado,
rodado en un travelling en contrapicado con cortes para enfocar a las reses y a
planos medios de los protagonistas principales. Se podría suponer que esta
secuencia simboliza el fin de una época y el comienzo de un nuevo orden.
Excelente muestra de la potencia interpretativa de Melvyn Douglas (Hud, 1963).
Otro excelente
ejemplo es la escena en la que Hud trata de violar a Alma, el personaje
interpretado por Patricia Neal. El empleo de una iluminación que acentúa el
contraste entre los claros y oscuros impone una enorme fuerza expresiva, así
como el montaje que da viveza al conjunto de la acción. Esta secuencia contrasta enormemente con el
ejemplo que os pongo a continuación y en la que se destaca el lenguaje corporal
de los actores a través de planos medios y pocos cortes.
Duelo interpretativo entre Newman y Neal (Hud, 1963).
En resumen, Hud
es una película de extraordinaria calidad técnica y artística que muestra la
dirección que iba a tomar el cine norteamericano menos complaciente con el público.
En IMDB (http://www.imdb.com/title/tt0057163/?ref_=nv_sr_1) la valoran con un 7.9/10 tras la votación de 16209 usuarios de esta
base de datos. Quizá sea la mejor colaboración entre Newman y Ritt, pero esto es
solo mi opinión.
Hud a caballo (Hud, 1963).
Calificación
global: 89/100