Tras la última serie de entradas sobre
películas más o menos clásicas, me gustaría volver a la idea de partida de este
blog comentando un film que, quizá, sea menos conocido por el gran público a
pesar de poseer un estatus de cine de calidad y prestigio internacional. Hoy
voy a hablar de una película que es considerada como la mejor del cine polaco y
que posee muchos elementos que la hacen sumamente interesante. ¿Preparados para
la búsqueda de...
La Tierra Prometida
Título original: Ziemia Obiecana.
Año de
producción: 1975.
Director: Andrzej Wajda.
Producción: Tadeusz Kosarewicz.
Guión: Andrzej Wajda (basado en la novella de
Wladyslaw Stanislaw Reymont).
Fotografía:
Waclaw Dybowski, Edward Klosinski, Witold Sobocinski.
Montaje: Zofia Dwonik, Halina Prugar.
Música: Wojciech Kilar.
Reparto: Daniel Olbrychski, Wojciech
Pszoniak, Andrzej Seweryn, Anna Nehrebecka, Franciszek Pieczka, Bozena Dykiel,
Kalina Jedrusik, Andrzej Szalawski, Jadwiga Andrzejewska.
Género: Drama
social / Político.
Nacionalidad:
Polonia.
Duración: 139
minutos.
Sinopsis:
Un pueblo polaco crece
en poco tiempo hasta convertirse en uno de los mayores centros textiles. Las
condiciones de los trabajadores son muy inseguras y el capitalismo se muestra
en su versión más cruda y despiadada. En este contexto, tres amigos (un polaco,
un judío y un alemán) juntan su capital para montar una fábrica. La película
muestra su búsqueda de la fortuna desprovista de cualquier escrúpulo.
Comentario:
El cine polaco
vivió una época de gran esplendor artístico a través de los trabajos de
directores como Roman Polanski o Krzysztof Kieslowski que le proporcionaron un
soplo de aire fresco al cine europeo y que, más adelante, desarrollarían sus
trabajos en Reino Unido, Estados Unidos y Francia, escapando del régimen
político comunista imperante en su país. Sin embargo, su cine bebe en muchos
sentidos del gran Andrzej Wajda, que sentó unas bases estilísticas mediante sus
trabajos de los años 50 del siglo pasado como Kanal (1957) o Cenizas y
Diamantes (Popiól i Diament, 1958), que fueron aclamados por crítica y público
en reconocidos festivales internacionales. Si bien, después de estos éxitos, el
maestro polaco pasó unos años en los que espació más sus trabajos.
A mediados de la
década de los 70, Wajda volvió a la carga con el largometraje que nos ocupa hoy
y que es considerado, por buena parte de la crítica, como la mejor película de
la historia del cine polaco. Quizá esto sea mucho decir, pero desde el comienzo
del film podemos apreciar que estamos frente a una obra magna y de gran envergadura.
La historia se
basa en una de las novelas menos conocidas del premio Nóbel polaco Wladyslaw
Stanislaw Reymont (https://es.wikipedia.org/wiki/W%C5%82adys%C5%82aw_Reymont),
que narra el comienzo y auge del capitalismo en su país así como la
deshumanización provocada por el ansia de riqueza y poder. El propio Wajda se encargó
de adaptar la novela a la pantalla, a pesar de que él mismo indicaba que se
trata de un libro aburrido pero que versaba sobre un tema de extraordinario
interés para él... algo que se nota en el cuidado por el detalle y la
planificación de los decorados.
Los tres amigos celebrando el poder montar una fábrica
(Ziemia Obiecana, 1975).
De hecho, un
importante punto a favor de este largometraje (y tan largo, pues en su versión
original tenía una duración de 179 minutos, que se han visto reducidos a 139 en
su reedición) es el empleo de localizaciones reales en Lodtz, el pueblo donde se
desarrolla la historia que narra el film. En el momento del rodaje, la
arquitectura de este pueblo no había cambiado mucho y se conservaba una buena
cantidad de fábricas y edificios de la época recreada, que permitieron otorgar
a la película una sensación de realismo que se ve acentuada por la cuidadosa
puesta en escena y el esmero puesto en el vestuario de los actores y, en
general, en todo el diseño de producción.
Además, el empleo
de grandes angulares permite reforzar la sensación de grandeza, por llamarlo de
alguna manera, y la de vacío, puesto que se dejan grandes espacios libres en
los planos y se deforman las dimensiones de los mismos. Al principio puede que
nos choque este hecho un tanto antinatural pero, creedme, el aspecto visual de
la película es increíblemente bueno y está muy logrado, además de enganchar
desde el comienzo. Si combinamos esto con un excelente dominio del movimiento
de cámara (uso de grúas, zooms, travellings...) y de la posición en la que esta
se coloca para distanciarnos de lo que sucede dentro del plano o acercarnos a
los personajes, nos tendremos que rendir a la maestría y el control del medio
fílmico que posee el genio polaco.
Los mismos personajes convertidos en nuevos magnates (Ziemia Obiecana,
1975).
Por ejemplo, en
la secuencia en la que el personaje principal (excelentemente interpretado por
Daniel Olbrychski) se dedica a supervisar el trabajo en la fábrica, tenemos un
resumen de lo comentado hasta el momento: un travelling de seguimiento en
ligero contrapicado, que nos permite apreciar la arquitectura de la fábrica
mientras seguimos al personaje, en el interior se continúa el travelling pero a
la altura del pecho del personaje aproximadamente, se combinan las posiciones
de cámara en planos y contraplanos a lo largo del travelling, etc., esto nos
permite observar las duras e infrahumanas condiciones laborales que soportan
los obreros dentro de la fábrica y la deshumanización del personaje principal,
así como la importancia del color en esta película. Otra breve secuencia nos
permite apreciar el cuidadoso detalle de la decoración y el mimo observado en
la puesta en escena, así como nos sugiere la falta de escrúpulos del personaje
principal que no duda en que “el fin justifica los medios”.
Interesante secuencia con grandes hallazgos técnicos (Ziemia Obiecana, 1975).
Excelentes decorados y ambientación (Ziemia Obiecana, 1975).
Siguiendo con
otros aspectos técnicos, la fotografía e iluminación son fantásticas y aportan
profundidad a las escenas. El montaje, también excelente, crea un ritmo
narrativo que no agobia ni por su rapidez ni por su lentitud, lo que es muy de
agradecer en una película de semejante duración. El guión no es nada
condescendiente si no que es duro, sin compasión; si bien tiende a tomar
partido por las clases oprimidas (no olvidemos de que se trata de un drama
social), nos las muestra también con muchos defectos por lo que no nos permite
simpatizar completamente con ellos. Además, el guión nos muestra cómo el ansia
de poder y de riqueza elimina, prácticamente, todo rasgo de humanidad en los
personajes y, finalmente, todos ellos son negativos, a excepción de la prima
del protagonista (muy bien interpretada por la bella Anna Nehrebecka).
En el materialismo reinante también podemos encontrar
algún idealista (Ziemia Obiecana, 1975).
No podemos
olvidar el estupendo trabajo de todos los actores y, en especial, del trío
protagonista: Daniel Olbrychski, Wojciech Pszoniak y Andrzej Seweryn. Los dos
primeros realizan, incluso, un guiño directo a la cámara en dos momentos
puntuales del film y que, por una parte, nos distancian de lo narrado pues los
actores se dirigen directamente a nosotros, los espectadores, y, por otra
parte, nos hacen cómplices de su increíble interpretación (por ejemplo, a 1
hora y 50 minutos de duración, tenemos un guiño de Wojciech Pszoniak).
El film fue nominado
a los Óscar como mejor película de habla no inglesa pero no consiguió hacerse
con la estatuilla... y es que competía, nada más y nada menos que, con Dersu
Uzala (1975) del maestro japonés Akira Kurosawa. Sin embargo, se llevó el
premio a la mejor dirección en el Festival Internacional de Cine de Moscú, la
Espiga de Oro en el Festival de Valladolid, y ganó cuatro premios en Festival
de Cine Polaco (mejor actor para Wojciech Pszoniak, mejor diseño de producción,
mejor banda sonora y mejor película).
En resumen, La
Tierra Prometida (también conocida como La Tierra de la gran promesa) ofrece
una visión despiadada del capitalismo y de la explotación del trabajador así
como de la falta de escrúpulos en gente con ansias de riqueza y poder. Todo
ello narrado de una manera excelente y con un aspecto visual muy atractivo. En
IMDB (http://www.imdb.com/title/tt0072446/?ref_=nv_sr_2)
la valoran con un 8.0/10 tras la votación de 2221 usuarios de esta base de
datos. Afortunadamente, podemos gozar de este largometraje en su versión
original a través de YouTube.
Película completa (Ziemia Obiecana, 1975).