Tras unos meses de parón forzoso debido a
múltiples actividades, ¿qué mejor que retomar el blog con un “western”? Quizá
no sea el mejor del género pero contiene elementos interesantes ya que muestra
un giro en la aproximación a los temas típicos del género, sin subvertirlos
todavía. Además cuenta con la presencia de actores carismáticos como Kirk
Douglas y Walter Matthau (curioso que aparezca en un “western”). Como suele
ocurrir en este tipo de películas la oposición de indios frente a hombres
blancos es uno de los temas centrales; por ello se hace necesario establecer
un...
Pacto
de Honor
Ficha técnico-artística:
Título original: The Indian Fighter.
Año de producción: 1955.
Director: André De Toth.
Producción: Samuel P. Norton, William Schorr,
Kirk Douglas.
Guión: Frank Davis, Ben Hecht sobre una
historia de Robert L. Richards.
Fotografía: Wilfrid M. Cline.
Montaje: Richard Cahoon.
Música: Franz Waxman.
Reparto: Kirk Douglas, Elsa Martinelli, Walter
Matthau, Diana Douglas, Walter Abel, Lon Chaney Jr., Edward Franz, Alan Hale
Jr., Elisha Cook Jr., Ray Teal, Frank Cady, Hank Worden.
Género: Western.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Duración: 86 minutos.
Sinopsis:
La guerra civil estadounidense
ha terminado y Johnny Hawks, un militar encargado de la pacificación de las
tribus sioux, vuelve al oeste con el
fin de establecer un nuevo tratado de paz. Sin embargo, la precaria situación
entre indios y hombres blancos se ve amenazada con convertirse en tragedia
cuando dos renegados de la frontera, en búsqueda de una mina de oro india,
asesinan al hermano del jefe sioux,
poniendo en peligro la vida de todos los habitantes blancos del territorio.
Tráiler de la película (The Indian Fighter, 1955).
Comentario:
A mediados de los años 50 del
siglo pasado el “western” no estaba viviendo su mejor momento, a pesar del
puñado de excelentes films producidos durante esa década. Quizá debido a
coyunturas sociopolíticas, económicas o de otro tipo los gustos del público
estaban cambiando... tal vez la edad de los asistentes a las salas de cine
también variaba. En cualquier caso, el género vivía momentos de cambio e
incertidumbre lo que, en cierto modo, permitió que se enriqueciera en cuanto a
temáticas, puntos de vista y revisiones de sus propios mitos o simbologías.
En esta línea de cambio y
“apertura” se podría situar la película que os propongo hoy... y que se ve
enriquecida por la presencia de artistas extranjeros en cargos relevantes
(André De Toth, el director, era húngaro y Kirk Douglas, productor y protagonista,
de ascendencia rusa), lo que tal vez haya permitido una mayor libertad o
claridad de ideas para abordar algunas de las temáticas que se apuntan dentro
de la película y que no eran habituales en Hollywood y, mucho menos, en el
“western”, el género cinematográfico por excelencia. De hecho, está considerado
como un “western” pro-indio, aunque yo tengo mis dudas al respecto debido a
varias contradicciones que se pueden rastrear dentro del texto fílmico.
Kirk Douglas caracterizado como Johnny Hawks
(The Indian Fighter, 1955).
Comenzando por el director,
André De Toth aporta su habilidad y dinamismo narrativo al tempo de un film en
el que destaca el tono que se le da a los colores vivos, especialidad de este
director (no en vano se reconoce en su largometraje más famoso: Los Crímenes
del Museo de Cera, House of Wax, 1953) y que, para este “western”, cuenta con
el buen hacer de Wilfrid M. Cline como encargado de la cinematografía en
Technicolor y CinemaScope para ganar en espectacularidad. En este sentido, el
uso del color potencia los escenarios naturales en los que se desarrolla la
acción y da viveza a la tribu india frente a los tonos monótonos de los
atuendos de los hombres blancos, posicionando, en cierta medida, el enfoque ideológico
del film de un modo visual.
Se trata de uno de los primeros
“western” pacifistas o “pro-indios”, si bien como comentaré más adelante, no
está exento de incongruencias a este respecto ya que los personajes indios se
encuentran muy estereotipados. A pesar de ello, se intenta mostrar a los
hombres blancos como intransigentes, en líneas generales, frente al pueblo
indio que, en un primer momento, se muestra abierto al diálogo. Otros binomios
hombre blanco frente a indio que aparecen representados en el film son
explotación frente a respeto por la naturaleza, codicia frente a honor, restricción
frente a libertad, etc. Otra incongruencia en esta línea es que el personaje
principal, interpretado por Kirk Douglas, es el más interesado y el que más
esfuerzo despliega para lograr la paz entre indios y hombres blancos cuando su
fama le proviene de ser un asesino de indios. Sin embargo, a medida que avanza
el film, algunas de estas situaciones se revierten hasta cierto punto.
Por otra parte, este film
introduce nuevas perspectivas dentro del género. Por ejemplo, se crea (un tanto
a la fuerza, todo hay que decirlo) una pareja interracial aunque no se potencia
la polémica que este tipo de relaciones puede despertar en la sociedad de
aquella época (ni de la contemporánea a la realización del film). Otro ejemplo
es el apunte que se hace sobre el paso de la “civilización” por las tierras
vírgenes (¿principio de conciencia ecológica?) cuando el personaje de Elisha
Cook Jr. fotografía paisajes y Kirk Douglas le recrimina esta acción porque no
quiere que se altere esa naturaleza. Al igual que con el caso de las relaciones
interraciales, este aspecto no se explora con mayor profundidad. Asimismo, la
película hace uso de un simbolismo muy simple, habitual por otra parte en el
cine de Hollywood, para contraponer libertad frente a ataduras. El tratamiento
que se da a todos estos temas resulta un tanto ingenuo.
Kirk Douglas y Elsa Martinelli interpretando a una pareja interracial (The
Indian Fighter, 1955).
Uno de los aspectos más
interesantes de este film es el reparto, por diversas razones. En primer lugar,
la presencia de Kirk Douglas como protagonista dotando de carisma a su
personaje y de cierta credibilidad a la película en tal que “western”. La
presencia, totalmente inhabitual, de Walter Matthau en un film de este género
hace, si cabe, más interesante a la película ya que, a pesar de que su
presencia resulta llamativa y “chocante”, sabe aportar cinismo a su personaje
mezclando algo de humor con una supuesta maldad (no en vano es el “malo” de la
película). Elsa Martinelli no resulta excesivamente creíble como joven india
pero aporta un toque exótico al film. Secundarios como Walter Abel, Diana,
Douglas, Elisha Cook Jr., Hank Worden o Frank Cady, así como la presencia de
Lon Chaney Jr. añaden motivos para disfrutar de la película. Además, viendo el
film uno puede percibir lo bien que se lo han debido pasar los actores rodando
esta película.
Frank Cady, Lon Chaney Jr., Hank Worden y Walter
Matthau (The Indian Fighter, 1955).
Otro aspecto positivo es la
sugerente partitura a cargo de Franz Waxman y que se utiliza de distintas
maneras a lo largo del film. Un ejemplo es la secuencia de introducción de la
muchacha india interpretada por Elsa Martinelli y que podemos apreciar desde
YouTube.
Empleo de la música para presentar a un personaje (The Indian Fighter, 1955).
Por el contrario, uno de los
aspectos negativos de Pacto de Honor es que, casi continuamente, cae en
estereotipos y convenciones del género lo que puede resultar tedioso y, a día
de hoy, hasta de mal gusto o políticamente incorrecto. Sin embargo, se trata de
un film que pretende entretener a cambio de no realizarse demasiadas preguntas.
La película se puede disfrutar íntegramente en YouTube (The Indian Fighter, 1955).
En resumen, Pacto de Honor es
un “western” interesante, entretenida y que saca a relucir temas complejos, si
bien de manera bastante ingenua y con bastantes contradicciones. En IMDB (https://www.imdb.com/title/tt0048204/)
la valoran con un 6.4/10 tras la votación de 1683 usuarios de esta base de
datos. En mi opinión, la película merece la pena por sus curiosidades y los
aciertos apuntados anteriormente.
Calificación global:
70/100
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