Esta temporada se
me ha dado por ver películas épicas, superproducciones de larga duración y
rodadas con amplia disponibilidad de medios. No sé por qué razón ha sido así.
El caso es que he podido disfrutar de títulos que desconocía, como esta obra
que os presento hoy y que supuso el Óscar a la mejor dirección para Warren
Beatty. Viendo el panorama político actual, parece bastante razonable hablar
de…
Rojos
Título original: Reds.
Año de producción:
1981.
Director: Warren Beatty.
Producción: Dede Allen, Warren Beatty, David Leigh MacLeod, Simon Relph.
Guión: Warren Beatty, Trevor Griffiths
Fotografía:
Vittorio Storaro.
Montaje: Dede Allen y Craig McKay.
Música: Stephen Sondheim.
Reparto: Warren Beatty, Diane Keaton, Edward
Herrmann, Jerzy Kosinski, Jack Nicholson, Maureen Stapleton, Paul Sorvino,
Nicolas Coster, M. Emmet Walsh.
Género: Drama /
Histórica / Biopic.
Nacionalidad:
Estados Unidos.
Duración: 188
minutos.
Sinopsis:
Un periodista
radical estadounidense se ve envuelto en la revolución rusa a principios del
siglo XX y espera que ese espíritu e idealismo calen en los Estados Unidos. A
medida que transcurre la acción, su desencanto y desilusión se van haciendo
patentes debido a las vicisitudes que se encuentra. En este proceso, se muestra
también la evolución de la relación con su pareja y grupo de amigos
intelectuales.
Trailer de la película (Reds, 1981).
Comentario:
Este largometraje
está basado en la vida de John Reed, un periodista norteamericano de ideales
comunistas (https://es.wikipedia.org/wiki/John_Reed),
cuyas obras (especialmente “Diez días que estremecieron al mundo”) inspiraron
al actor/director Warren Beatty a relatarnos esta historia de amor e idealismo
con un trasfondo histórico. Como apunte curioso, el estudio que la produjo,
Paramount, había sido adquirido por una gran empresa capitalista, la Gulf +
Western, lo que supone un dato un tanto irónico, ¿no os parece?
En cualquier
caso, el film cuenta con innumerables aciertos de los que me gustaría destacar
unos pocos. Comenzaré por lo fácil, o cuantificable... la película recibió 12
nominaciones a los premios de la Academia (los conocidos Óscar), siendo la
película que más nominaciones recibía en 15 años, y obteniendo 3 de ellos
(Mejor Director, Mejor Actriz de Reparto y Mejor Fotografía) a los cuales me
referiré más adelante. Vamos por partes...
El guión se
trabajó a partir de unas ideas que le interesaban a Beatty ya que había leído
las obras de John Reed (entre ellas el hecho de que la formación de una
“izquierda” americana nunca se había rodado) y se sentía fascinado por ellas,
por lo que deseaba llevarlas a la pantalla. Durante años barajó esta
posibilidad y dio forma a un guión preliminar que consiguió financiar a través
de su relación con los ejecutivos de Paramount tras haber rodado “El cielo
puede esperar” (Heaven can wait, 1978; http://www.imdb.com/title/tt0077663/?ref_=nv_sr_1).
Una vez que estos aceptaron su propuesta, pulió el borrador del guión con la
ayuda de Trevor Griffiths y se centró en la relación entre John Reed y Louise
Bryant como hilo conductor del film.
Warren Beatty y
Diane Keaton como John Reed y Louise Bryant (Reds, 1981).
Un aspecto de
gran importancia cuando se relatan hechos históricos (como la Revolución Rusa,
en este caso) es la enorme labor de investigación, previa a la filmación, que
debe llevar a cabo el equipo de producción para que todo resulte creíble en la
pantalla. En este largometraje, se necesitaron varios meses y muchos
profesionales para acometer semejante tarea y he de decir que, desde mi modesto
punto de vista, lo lograron con creces. Además, la búsqueda de localizaciones
es un aspecto dentro de esta labor de producción y, en el caso de esta
película, se rodó en numerosas localidades de Estados Unidos, Reino Unido,
Noruega, Finlandia y España... que, junto con la gran cantidad de extras (y su
caracterización: vestuario, maquillaje...), nos da una ligera idea del
presupuesto empleado para la filmación. No me quiero ni imaginar la de millones
de dólares que se habrán gastado, pero sigue siendo irónico que un film sobre
ideales comunistas necesite de una maquinaria capitalista tan potente para su
puesta en escena.
Escena del juicio (Reds, 1981).
Dicho esto, creo
de recibo alabar la labor de dirección de Warren Beatty en esas secuencias en
las que intervienen numerosos extras y en las que domina por completo el
espacio en el que se desarrolla la acción sin agobiarnos con demasiados
movimientos de cámara y apoyándose sabiamente en la labor de montaje de Dede
Allen y Craig McKay. Un gran acierto que creo que ayudó a que Beatty recibiese
el premio a la mejor dirección. Como ejemplo de estas secuencias con numerosos
extras podemos citar la escena de la llegada del tren a la estación.
Escena de la llegada del tren (Reds, 1981).
Otro aspecto
destacable de este largometraje es el reparto, que se ajusta a la perfección a
los personajes y que cuenta con nombres de la talla de Diane Keaton (excelente,
muy expresiva, a la vez fuerte y frágil), Jack Nicholson (genial, a pesar de
estar comedido para lo que en él es habitual), Edward Herrmann, Paul Sorvino y
Maureen Stapleton (Óscar a la mejor actriz de reparto por su interpretación sin
fisuras de una activista política amiga de John Reed). Además, es curioso el
cameo que realiza Gene Hackman en un par de escenas y que es capaz de robar el
protagonismo al mismísimo Warren Beatty, que interpreta con convicción a John
Reed. A este respecto, es también necesario recalcar el excelente trabajo de
dirección de actores, que se puede ejemplificar en la escena de la última
visita de Luoise Bryant (Keaton) a Eugene O’Neill (Nicholson).
Escena de la visita de Louise Bryant a Eugene O’Neill (Reds, 1981).
Respecto a la
parte técnica, Vittorio Storaro empleó un sistema fotográfico que no era muy
usual en la época y le dio a las imágenes un tono pictórico de gran belleza, lo
que le valió un Óscar. Asimismo, la música contrapuntea la acción sin llegar a
ensombrecerla y nos presenta un tema central de gran sutileza.
No quiero dejar
de destacar un detalle llamativo por lo simple y efectivo que resulta. Cuando
haces un film de corte histórico o biográfico, ¿cómo puedes darle verismo y,
simultáneamente, reducir el número de escenas de transición? Pues sí,
incluyendo testimonios de personas que hayan conocido al personaje sobre el que
trata tu película. Esto mismo se ha hecho en Rojos, ni más ni menos que desde
el principio del film. Otro gran acierto, no solo por el detalle en sí si no
por cómo se planificaron y se integraron estos testimonios, que además
provienen de personas de diferentes ideologías políticas, lo que nos permite
vislumbrar que la realidad no tiene solamente una cara.
Warren Beatty y
Jack Nicholson en Rojos (Reds, 1981).
En resumen, Rojos
es una epopeya con matices políticos y románticos, bien interpretada, con
escenas de gran complejidad, una fotografía estupenda y un ritmo narrativo
acertado que nos permite disfrutar de su largo metraje. En IMDB (http://www.imdb.com/title/tt0082979/?ref_=fn_al_tt_1)
la valoran con un 7.5/10 tras la votación de 16569 usuarios de esta base de
datos. Sé que es larga y que a lo mejor no es muy del agrado de todos los
públicos, pero creo que merece la pena verse y que no defraudará ni siquiera a
los más exigentes.
Calificación
global: 80/100