miércoles, 22 de enero de 2020

Desafío en la Ciudad Muerta (The Law and Jake Wade, 1958)


Con esta entrada quiero comenzar el año 2020, tras bastantes meses sin publicar nada en este blog. Así, retomamos con fuerza la tarea y esperamos “recuperar” el tiempo perdido intentando publicar una entrada por mes. Con estas premisas, no podía ser menos que el primer comentario del año se refiera a uno de los géneros cinematográficos por excelencia y al que le tengo un cariño especial, el Western. Sin más dilación, nos apuntamos al…

Desafío en la Ciudad Muerta

 
Ficha técnico-artística:
Título original: The Law and Jake Wade.
Año de producción: 1958.
Director: John Sturges.
Producción: William B. Hawks.
Guión: William Bowers (basado en una novela de Marvin H. Albert).
Fotografía: Robert Surtees.
Montaje: Ferris Webster.
Música: Sin créditos.
Reparto: Robert Taylor, Richard Widmark, Patricia Owens, Robert Middleton, Henry Silva, DeForest Kelley, Burt Douglas, Eddie Firestone.
Género: Western.
Nacionalidad: Estados Unidos de América.
Duración: 86 minutos.

Sinopsis:
El Marshal Jake Wade (Robert Taylor) ayuda a que el forajido Clint Hollister (Richard Widmark) escape de la cárcel, pero, a pesar de que luego se separan, Hollister quiere saber en dónde Wade ha escondido un antiguo botín de un atraco cuando ambos eran miembros de la misma banda de forajidos. Mientras Wade trata de rehacer su vida tras abandonar la delincuencia, Hollister continúa por el camino del crimen y secuestra tanto a Wade como a la pareja de éste con el objetivo de que Wade lo conduzca hasta el botín y así recuperar el dinero.


Tráiler de la película.


Comentario:
Esta película no se encuentra entre las obras maestras del género, pero posee elementos de interés que la hacen entretenida y fácil de visionar. Quizá, el reclamo principal del film sea el duelo interpretativo entre dos actores bastante opuestos: Robert Taylor y Richard Widmark. En cierto sentido, el largometraje juega con la contraposición entre ambos: la austeridad de Taylor frente a la sobreactuación de Widmark. Como era de esperar, Widmark interpreta al villano de turno y supera, con creces, el trabajo de Taylor como héroe de la historia. Revisando la película, también parece haber algo oculto entre ellos, hay quien ha querido ver una homosexualidad latente entre ambos personajes, no sé si los tiros (valga la metáfora) van por ahí, pero está claro que la película no cuenta absolutamente toda la historia entre ambos personajes, que cuentan con un pasado común.

Taylor como Wade y Widmark como Hollister (The Law and Jake Wade, 1958).

Ese hilo argumental del pistolero que trata de dejar atrás su pasado oscuro y de regenerarse es un clásico de los Western. En este caso, Taylor ha conseguido ser sheriff de un pueblo y se ha prometido en matrimonio con la hija del terrateniente del lugar, todo parece ir sobre ruedas… sin embargo, se traslada a otro pueblo para liberar a su antiguo compañero de fechorías, al que conoce bien y sabe que es un asesino sin escrúpulos. Con estos mimbres, ¿cómo no le va a perseguir su propio pasado?
Los tres portagonistas: Taylor, Owens y Widmark (The Law and Jake Wade, 1958).

Un aspecto a destacar en este largometraje es la sobriedad y agilidad narrativa de la que goza gracias a la hábil dirección de John Sturges, conocido por títulos como La Gran Evasión (The Great Escape, 1963), Conspiración de Silencio (Bad Day at Black Rock, 1955), o Westerns de la talla de Los Siete Magníficos (The Magnificent Seven, 1960), El Último Tren a Gun Hill (Last Train to Gun Hill, 1959) o Duelo de Titanes (Gunfight at the OK Corral, 1957). Sturges pone su modo de ver el entretenimiento y las relaciones personales al servicio de la película, tal y como lo plantea en algunos de los títulos mencionados aquí. Asimismo, se aprovecha de un buen puñado de técnicos encabezado por el cinematógrafo Robert Surtees y el editor Ferris Webster, destacando que, a pesar de que gran parte se rodó en estudio, el empleo de exteriores ha quedado muy bien conjuntado dentro del largometraje. Es de resaltar el trabajo de los secundarios, especialmente el de Henry Silva como el miembro con menos tranquilidad de la banda de malhechores. Como curiosidad, parece que Robert Taylor no podía soportar a Henry Silva simplemente porque era más alto que él. ¡Cómo eran estas estrellas del cine!

Los villanos secuestran a la muchacha (The Law and Jake Wade, 1958).

Por el contrario, quizá los aspectos menos destacables de este largometraje sean la sucesión de tópicos del género (y que parecen inevitables): ataques de indios, aparición de la caballería, etc. Asimismo, el rol de Patricia Owens parece que sobra dentro de la trama, si bien su personaje ocupa un papel central en buena parte del metraje. El duelo final, aunque tópico y con un final esperado, está bastante bien logrado.
En resumen, a pesar de sus carencias, se trata de una película entretenida que no está entre lo mejor de su director, Sturges. En IMDB no se le hace suficiente justicia con la puntuación, 6.8/10 puntos (votos de 1959 usuarios de esta base de datos), que se le da (https://www.imdb.com/title/tt0051848/?ref_=nv_sr_srsg_0)… yo voy a ser algo más benévolo.

Calificación global: 73/100

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