sábado, 16 de septiembre de 2017

Hud, El Más Salvaje Entre Mil (Hud, 1963)

         Tras un par de películas en común, el director Martín Ritt y el actor Paul Newman establecieron una sinergia especial que trasciende la pantalla y nos permite ver alguno de los mejores trabajos interpretativos del actor norteamericano. Es el caso de la película que nos va a ocupar hoy y que se suele encuadrar dentro del género del “western”, con el que tiene puntos en común, pero que muestra de una manera muy hábil el conflicto generacional y el sentimiento de rebeldía e individualismo que se respiraba en los Estados Unidos de ese momento. Hoy nos vamos a enfrentar a...



Hud, El Más Salvaje Entre Mil




Ficha técnico-artística:

Título original: Hud.

Año de producción: 1963.

Director: Martín Ritt.

Producción: Irving Ravetch, Martín Ritt.

Guión: Irving Ravetch, Harriet Frank Jr. Basado en la novela de Larry McMurtry.

Fotografía: James Wong Howe.

Montaje: Frank Bracht.

Música: Elmer Bernstein.

Reparto: Paul Newman, Melvyn Douglas, Patricia Neal, Brandon De Wilde, Whit Bissell, Crahan Denton, John Ashley, Val Avery, George Petrie.

Género: Drama / Western.

Nacionalidad: Estados Unidos.

Duración: 107 minutos.



Sinopsis:

El honesto y trabajador ranchero tejano Horner Bannon tiene un conflicto con su hijo Hud, un hombre sin escrúpulos, egoísta, arrogante y egocéntrico que se ha hundido en el alcoholismo tras matar de manera no intencionada a su hermano en un accidente automovilístico. La intensidad del conflicto entre ellos se hace insostenible cuando la muerte de una de sus reses se revela como producida por una grave enfermedad contagiosa que les obliga a deshacerse de todo su ganado.


Trailer de la película.


Comentario:

Habitualmente calificada como un “western”, esta película se rebela como un drama sin concesiones en el que individualismo y codicia terminan triunfando sobre los principios de honestidad y convivencia. Esto se puede ver como un conflicto generacional simbólico entre el pasado de Estados Unidos (personificado por Melvyn Douglas) y el futuro del país (personificado por Paul Newman).

Paul Newman caracterizado como Hud (Hud, 1963).


A pesar de que el rodaje solo duró 4 semanas, el equipo técnico logró sacar el máximo partido a las localizaciones en exteriores de Texas. Sin embargo, si hay algo que merezca ser destacado sobremanera en esta película son las excelentes interpretaciones de los tres actores principales: Paul Newman, Melvyn Douglas y Patricia Neal. Si bien el resto de intérpretes está más que correcto, la labor de Newman como protagonista no deja lugar a dudas de que estamos frente a uno de los mejores actores del cine norteamericano, que domina perfectamente el lenguaje corporal y que es capaz de adueñarse de una escena con su presencia. En esta película concretamente, es capaz de ser odioso, seductor, ingenioso, sensible y duro al mismo tiempo y sin necesidad de exagerar sus expresiones. Un anti-héroe que se convirtió en referencia para la juventud del momento y que enlaza con la parte oscura de los personajes rebeldes interpretados por James Dean la década anterior. Por otra parte, Melvyn Douglas da muestras de una potencia interpretativa inusitada en su carrera y que le hizo merecedor del Óscar al mejor actor de reparto. ¿Qué decir de Patricia Neal? Sublime en su papel de asistenta en el rancho, sensible a la vez que curtida en la vida; ¿cómo no? Se llevó el Oscar a la mejor actriz ese año. A destacar también el papel de Brandon De Wilde como el nieto, que admira a Hud pero adora a su abuelo.

Enfrentamiento entre Newman y Douglas (Hud, 1963).

Patricia Neal y Paul Newman (Hud, 1963).


Entre los aspectos técnicos, además de una dirección hábil y un guión potente y bien estructurado, destaca sobremanera la excelente fotografía en blanco y negro de James Wong Howe en la que el gran contraste (cielo y suelo blancos y sombras totalmente negras) acentúa el dramatismo y la dureza de las secuencias, logrando además mucha profundidad al iluminar desde el suelo los planos. El propio director de fotografía comentó que había tratado de darle un tono de “western” al film, y recibió un Oscar por el impresionante trabajo realizado.

Newman se atreve con la cámara (Hud, 1963).

Para completar el tono del film, los encuadres están muy bien pensados y logran ampliar o minimizar el espacio narrativo de acuerdo a las exigencias del guión, creando situaciones agobiantes no solo con lo que los actores dicen si no también con la planificación visual, además de captar de manera excelente el magnífico trabajo de lenguaje corporal realizado por todos los intérpretes.

Newman, Douglas y De Wilde (Hud, 1963).

Como ejemplos de planificación, me gustaría destacar la secuencia del sacrificio del ganado, rodado en un travelling en contrapicado con cortes para enfocar a las reses y a planos medios de los protagonistas principales. Se podría suponer que esta secuencia simboliza el fin de una época y el comienzo de un nuevo orden.

Excelente muestra de la potencia interpretativa de Melvyn Douglas (Hud, 1963).

Otro excelente ejemplo es la escena en la que Hud trata de violar a Alma, el personaje interpretado por Patricia Neal. El empleo de una iluminación que acentúa el contraste entre los claros y oscuros impone una enorme fuerza expresiva, así como el montaje que da viveza al conjunto de la acción. Esta secuencia contrasta enormemente con el ejemplo que os pongo a continuación y en la que se destaca el lenguaje corporal de los actores a través de planos medios y pocos cortes.
Duelo interpretativo entre Newman y Neal (Hud, 1963).

En resumen, Hud es una película de extraordinaria calidad técnica y artística que muestra la dirección que iba a tomar el cine norteamericano menos complaciente con el público. En IMDB (http://www.imdb.com/title/tt0057163/?ref_=nv_sr_1) la valoran con un 7.9/10 tras la votación de 16209 usuarios de esta base de datos. Quizá sea la mejor colaboración entre Newman y Ritt, pero esto es solo mi opinión.

Hud a caballo (Hud, 1963).


Calificación global: 89/100