viernes, 3 de septiembre de 2021

En Buenas Manos (Pupille / Les Champs de Fleurs, 2018)

 

        

Francia, el país vecino nos sorprende a veces con historias de carácter intimista, pero con trasfondo universal que hacen que lleguen a los corazones de cinéfilos de todo el mundo. En este contexto, la película que nos ocupa trata un tema universal como es el deseo de ser madre (o padre) pero desde una perspectiva un tanto inusual como es la de la labor de los servicios sociales en el caso de las adopciones. Se trata por tanto de una historia “pequeña” pero de grandes proporciones. Hoy nos vamos a poner…

 

En Buenas Manos

 

Ficha técnico-artística:

Título original: Pupille / Les Champs de Fleurs.

Año de producción: 2018.

Director: Jeanne Henry.

Producción: Alain Attal, Philippe Logie, Vincent Mazel, Patrick Quinet, Solveig Rawas, Hugo Sélignac.

Guión: Jeanne Henry.

Fotografía: Sofian El Fami.

Montaje: Françis Vesin, Stéphanie Garnier.

Música: Pascal Sangla.

Reparto: Sandrine Kiberlain, Gilles Lellouche, Élodie Bouchez, Olivia Côte, Clotilde Mollet, Jean-François Stévenin, Bruno Podalydès, Miou-Miou, Leïla Muse, Stéfi Celma.

Género: Drama.

Nacionalidad: Francia, Bélgica.

Duración: 110 minutos.

 

Sinopsis:

Theo acaba de nacer, pero, después de dar a luz, su madre biológica le entrega en un programa de adopción. Desde ese momento, los servicios sociales deben encontrar a la mujer que se convertirá en su madre adoptiva. En el otro extremo de esta cadena, Alice, de 41 años, lleva casi una década intentando ser madre. En el transcurso del film veremos los esfuerzos de los profesionales de los servicios de adopción para conseguir que Theo y Alice puedan reunirse como familia.

 

Tráiler de la película.


Comentario:

Esta película me ha sorprendido por su apariencia neutra e impersonal, en el sentido de que los actores están muy comedidos a la hora de mostrar emociones, reservándose para la parte final de la película en la que los actores principales (en especial, Léllouche y Bouchez) demuestran una explosión emocional matemáticamente calculada para no resultar exagerada y sí muy creíble, que además crea un contraste acusado con el resto de la película. En este sentido, esta película coral cuenta con unas excelentes interpretaciones, cargadas de sensibilidad y sinceridad, huyendo de sobreactuaciones.

Varios fotogramas de la película (Pupille, 2018).

Otro aspecto sorprendente de la película es que se encuentra muy bien documentada en términos del procedimiento de búsqueda de una familia para un bebé que ha sido puesto en adopción. En este sentido, el trabajo de los servicios sociales franceses queda reflejado (sin mostrar sus entresijos y complejidades) de manera fiel. De hecho, el guión huye de sentimentalismos y sensiblerías, lo que es de agradecer cuando se trata un tema sensible como es el de la adopción de un bebé.

En la maternindad (Pupille, 2018).

El largometraje está articulado desde dos puntos de vista, el de los servicios sociales, y más en concreto el de un cuidador de menores puestos en adopción mientras que esperan a que se les encuentre una familia, y el de una mujer que lleva años intentando adoptar a un bebé (desde que descubrió que no podría ser madre biológica). Sin embargo, el film no se adentra en la tercera parte de este drama que es el de la madre que deja a su bebé en adopción (¿qué razones la mueven? Esto es algo que no se soluciona en el film). Tal vez esta omisión se deba a que el largometraje no pretende juzgar a nadie.

Gilles Lellouche y Sandrine Kiberlain en primera fila de los servicios de adopción (Pupille, 2018).

La puesta en escena es sutil y, en apariencia, aséptica, debido al uso de una iluminación neutra que logra centrar al espectador en la trama y no en la forma del film. Lo mismo se puede decir de la música, que contrapuntea la acción, pero no va por delante de ella, ni la deja en un segundo plano. Es cierto que el ritmo del largometraje puede resultar lento por momentos, pero no demasiado ya que están sucediendo cosas en todo momento.

Lellouche y Bouchez con el pequeño (Pupille, 2018).

En resumen, una película sincera, simpática, con pocas pretensiones, pero un gran calor humano y que, a nivel técnico, destaca por el cuidado guión y las excelentes interpretaciones de todos los integrantes del reparto. Desde mi punto de vista, en IMDB (https://www.imdb.com/title/tt7543930/?ref_=fn_al_tt_1) no han conseguido un quorum de espectadores suficiente para reflejar la calidad de este largometraje que se queda con una puntuación razonable, pero escasa, 7.2/10 puntos (votos de 1800 usuarios de esta base de datos)… yo voy a ser más generoso ya que no siempre se puede ver un film sincero, bien documentado e interpretado con mucha sensibilidad, pero sin sensiblerías.

 

Calificación global: 77/100