lunes, 28 de marzo de 2016

El Hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, 1962)


Hoy vamos a comentar una película con contenido social e incluso político, como gran parte del cine de Frankenheimer. Apoyada en unas excelentes interpretaciones y un estilo que potencia la trama frente a los alardes estéticos, esta película nos hace reflexionar sobre el polémico tema de la rehabilitación de los convictos. Hoy vamos a hablar de...
 

El Hombre de Alcatraz

 
Ficha técnico-artística:
Título original: Birdman of Alcatraz.
Año de producción: 1962.
Director: John Frankenheimer (y Charles Crichton, no reconocido).
Producción: Stuart Miller, Guy Trosper y Harold Hecht.
Guión: Guy Trosper, basado en la novela de Thomas E. Gaddis.
Fotografía: Burnett Guffey y John Alton.
Montaje: Edward Mann.
Música: Elmer Berstein.
Reparto: Burt Lancaster, Karl Malden, Thelma Ritter, Betty Field, Neville Brand, Edmond O’Brien, Hugh Marlowe, Telly Savalas.
Género: Drama / Biopic.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Duración: 143 minutos.
 
Sinopsis:
Basado en un hecho real, el film nos cuenta la historia de un presidiario, Robert Stroud (Burt Lancaster), que es encarcelado por un asesinato y comienza a experimentar la dureza del sistema penitenciario; al principio de una manera rebelde y comete un nuevo asesinato lo que le condena a cadena perpetua y a un aislamiento del resto de reclusos. A partir de ese momento comienza un proceso de redención a través del estudio de los pájaros. Lo van trasladando de prisión en prisión pero nunca consigue la libertad a pesar de que su rehabilitación es evidente.
 

Trailer de El Hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, 1962).
 
 
Comentario:
John Frankenheimer es un director que irrumpió en el cine de Hollywood hacia mediados de los años 50, en lo que se conoció como la “Generación de la Televisión”, y cuyo estilo se adscribe a la tendencia de este grupo (en el que se integraban directores de la talla de Sydney Lumet, Delbert Mann o Martín Ritt), es decir, agilidad en la producción, presentar temas sociales o políticos controvertidos y polémicos en ese momento.
 
 
John Frankenheimer durante el rodaje (Birdman of Alcatraz, 1962).
 
En esta línea de cine social que invita a la reflexión se encuentra la cinta que comentamos en esta entrada, “El Hombre de Alcatraz” (Birdman of Alcatraz, 1962), que se presenta como una crítica del sistema penitenciario y su capacidad de rehabilitar a los reclusos para la vida en el exterior de los muros de las prisiones. A través de la historia de Robert Stroud (Burt Lancaster) vemos las dificultades de que esta rehabilitación sea realmente efectiva, a pesar de todos los intentos del personaje.
 
Burt Lancaster como Robert Stroud (Birdman of Alcatraz, 1962).
 
Burt Lancaster en su celda en El Hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, 1962).

Quizá lo más destacable de esta película sean las excelentes interpretaciones de todo el equipo de actores que intervienen en el largometraje. Mención especial merece el excelente trabajo de Burt Lancaster, como el presidiario Robert Stroud, que pasa de un registro de dureza y rebeldía al inicio del film hacia otro más tierno, sensible, reflexivo e, incluso, entrañable, manteniendo en todo momento la dignidad del personaje. Excelente trabajo interpretativo que sostiene gran parte del largometraje. Asimismo, la presencia de Karl Malden como el alcaide de la prisión es un gran acierto ya que su aproximación al papel es sumamente efectiva y da la réplica perfecta a Burt Lancaster. El resto del reparto está sensacional en los papeles que les corresponden como Thelma Ritter interpretando a la madre del protagonista, Neville Brand en su rol de carcelero que se hace amigo de Lancaster y es casi el único que le muestra algo de respeto, Telly Savalas como presidiario con tintes cómicos o Edmond O’Brien en su cameo como narrador de la historia (no en vano interpreta a Tom Gaddis el autor de la biografía sobre el personaje principal de esta película).
 
Karl Malden, Neville Brand y Burt Lancaster en un fotograma de El Hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, 1962).

A nivel técnico, la realización es correcta y de estilo “institucional”, haciendo predominar la trama frente a la técnica o expresividad del estilo de dirección. A pesar de ello, a lo largo de la cinta podemos apreciar planos contrapicados que acentúan la opresión de los reclusos y el ambiente represivo en el que se encuentran; una iluminación expresiva en determinadas secuencias que, combinados con algunos encuadres singulares y un montaje rápido y efectivo, hace que el ritmo del film sea ágil y nos mantenga expectantes a pesar de la larga duración de la cinta (casi dos horas y media). A mayores, merece destacarse la impecable fotografía en blanco y negro y la elegante banda sonora.
Como ejemplo de todo esto, se puede destacar la secuencia del traslado en tren de los presos, al inicio del film. En esta secuencia, podemos ver encuadres singulares que acentúan la opresión de los reclusos (se están asfixiando a causa del calor), la iluminación es expresiva y el montaje nos va aportando información poco a poco.
 
Escena en el tren al inicio de El Hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, 1962).
 
Por otra parte, esta cinta contiene bastantes metáforas y simbolismos; por ejemplo, el hecho de que un presidiario coleccione, por así decirlo, pájaros no deja de ser metafórico ya que las aves son símbolos de libertad... que a su vez el personaje alcanza a través de la redención que le supone su estudio. Si bien esta libertad no es real, sí le permite salir del aislamiento al que había sido condenado.
 
Escena de cómo el pájaro aprende a volar en El Hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, 1962).
 
Escena en la que Robert Stroud expresa sus ideas sobre la nueva oficina de prisiones en El Hombre de Alcatraz (Birdman of Alcatraz, 1962).
Resumiendo... El Hombre de Alcatraz es una película excelentemente interpretada, con una dirección ágil que nos facilita el disfrute del film a pesar de su duración (casi dos horas y media). Además, una película que nos hace reflexionar sobre un tema de corte social como es la rehabilitación de los reclusos y que en IMDB (http://www.imdb.com/title/tt0055798/?ref_=nv_sr_1) valoran con un 7.8/10 tras la votación de 11861 usuarios de esta base de datos... yo voy a ser algo más generoso.
 
Calificación global: 88/100

lunes, 7 de marzo de 2016

Jo, Qué Noche (After Hours, 1985)


En la entrada de hoy voy a comentar una película considerada menor dentro de la filmografía de Scorsese. Este director no es muy pródigo en comedias pero el largometraje del que os voy a hablar es un “rara avis” dentro de la producción del realizador neoyorquino. Con una estética ochentera, oscura; narrativamente audaz y ágil; un guión demencial, esta película nos hará exclamar…
 

Jo, Qué Noche

 
Ficha técnico-artística:
Título original: After Hours
Año de producción: 1985.
Director: Martin Scorsese.
Producción: Robert F. Colesberry, Griffin Dunne, Amy Robinson y Deborah Schlinder.
Guión: Joseph Minion.
Fotografía: Michael Ballhaus.
Montaje: Thelma Schoonmaker.
Música: Howard Shore.
Reparto: Griffin Dunne, Rosanna Arquette, Verna Bloom, Tommy Chong, Linda Fiorentino, Teri Garr, John Heard.
Género: Comedia.
Nacionalidad: Estados Unidos.
Duración: 97 minutos.
 
Sinopsis:
Paul Hackett (Griffin Dunne) es un aburrido y solitario oficinista que una noche conoce a una atractiva rubia, Marcy Franklin (Rosanna Arquette), en un bar. Al llegar a su domicilio, la llama por teléfono y concierta una cita con ella esa misma noche en el Soho neoyorquino... a partir de ahí vive una serie de aventuras a cada cual más estrambótica: pierde el dinero que llevaba, la chica con la que estaba citado se suicida, lo toman por ladrón y quieren lincharlo, etc. Una auténtica noche de pesadilla.
 
Trailer de Jo, Qué Noche (After Hours, 1985).

 
Comentario:
Este largometraje tiene una historia peculiar. Aunque en un principio le habían ofrecido el guión a Scorsese para que la dirigiera, pero rechazó la oferta porque se encontraba trabajando en la producción de “La Última Tentación de Cristo” (The Last Temptation of Christ, 1988). Entonces, Griffin Dunne y Amy Robinson, propietarios de los derechos de autor del guión, le ofrecieron el proyecto a Tim Burton, interesante realizador. Al cabo de unos meses, cuando se estaba concretando el proyecto de rodaje con Burton, Griffin Dunne recibió una llamada de Scorsese diciendo que, tras la cancelación del rodaje de “La Última Tentación de Cristo” por problemas con la productora, le gustaría retomar el proyecto que se le había ofrecido y trabajar en la realización de “Jo, Qué Noche”. Cuando Tim Burton se enteró de esto, en palabras del propio Dunne, declinó la posibilidad de dirigir la película y cedió el proyecto al director neoyorquino.
¿Qué hubiera pasado si Burton hubiese realizado este film? Nunca lo sabremos, pero especulaciones al respecto podrían llenar una entrada en este blog y no es el tema que ahora nos ocupa...
Otra anécdota la constituye el guión de Joseph Minion; ya que representó su tesis final de grado en la Universidad de Columbia. Si bien, existe una polémica en torno a un posible caso de plagio con los monólogos de un humorista llamado Joe Frank. No voy a entrar en detalles sobre esto, podéis encontrar más información al respecto en el siguiente enlace: http://andrewhearst.com/blog/2008/05/the_scandalous_origins_of_martin_scorseses_after_hours. La verdad es que yo he escuchado el monólogo y, sinceramente, el parecido semeja más que casual... En definitiva, lo que es cierto es que el guión constituyó el trabajo fin de carrera de Joseph Minion y los derechos del mismo fueron adquiridos por Griffin Dunne y Amy Robinson con el objeto de transformarlo en película con un presupuesto relativamente limitado.
 
Martín Scorsese y Griffin Dunne en un momento del rodaje.
 
Otra certeza sobre el guión es que no da respiro, a medida que la trama avanza, las situaciones se van sucediendo de manera ágil, rápida y divertida... menos para el protagonista. La odisea que vive el personaje es de lo más increíble y delirante... y todo debido a que no se encuentra en su ambiente, que como vemos al comienzo del largometraje es su aburrido y monótono empleo y su solitario apartamento. Por consiguiente, no sabe cómo reaccionar ante cada circunstancia que le sucede en esta noche aciaga. Hay quien ha querido encontrar similitudes con algunos textos clásicos como El Mago de Oz (aquí el personaje también desea volver a su casa) o Alicia en el País de las Maravillas... puede ser, ¿por qué no? Quizás también se deba mencionar La Odisea ya que el personaje debe “superar” una serie de “pruebas” para regresar a su hogar (o lo que es lo mismo, al mundo que conoce, que es el diurno, en el que realmente se siente cómodo).
 
Escena “Rossana Arquette’s laugh” de Jo, Qué Noche (After Hours, 1985).
 
Por otra parte, la destreza y audacia técnica de Scorsese convierte este guión en una gozada visual y el film es un pequeño prodigio de dirección. El maestro neoyorquino emplea planos largos para destacar tanto la soledad del personaje interpretado por Dunne en este mundo nocturno, como para aportar una sensación de paranoia, a la vez que un ambiente onírico de pesadilla. Además, realza estos elementos con “travellings” a ras de suelo (tenéis un ejemplo en la escena “Surrender Dorothy”), ángulos de cámara imposibles (algún ejemplo aparece en el trailer), zooms rápidos y directos a los rostros de los personajes (fijaos en el final de la escena de la risa de Arquette)... En resumen, una planificación al detalle y una dirección audaz por parte de un realizador superdotado.
 
El empleo de planos largos aumenta la sensación de soledad e impotencia.
 
Este planteamiento se ve enormemente beneficiado por un montaje milimetrado a cargo de su habitual y siempre excelente Thelma Schoonmaker, que aporta una importante labor para dar a la película su agilidad y virtuosismo visual. Este último se ve realzado por una estupenda fotografía y un maravilloso diseño de producción. A este respecto, la película se rodó en escenarios “naturales” (es decir en localizaciones reales), de noche, lo que redunda en el tono, podríamos decir, “realista” de la cinta... quiero decir que el haberse rodado fuera del estudio aumenta la credibilidad de una historia que parece completamente increíble.
 
Escena “Surrender Dorothy” de Jo, Qué Noche (After Hours, 1985).
 
Volviendo al tema onírico, la sensación de pesadilla se ve reforzada por la banda sonora de Howard Shore y, además, el empleo de canciones (en esto Scorsese es un maestro) aporta mucho a la historia que se nos está relatando y nos dice más de lo que se muestra en pantalla, o bien subraya lo que estamos viendo. Un buen ejemplo de este aspecto lo podemos apreciar en la que en YouTube se califica como la mejor escena de la película.
 
Escena “Best Scene” de Jo, Qué Noche (After Hours, 1985).
 
No quiero dejar de mencionar las efectivas interpretaciones de Griffin Dunne, quizá en el mejor papel de su carrera, Rosanna Arquette, Teri Garr o John Heard. En resumen, una buena interpretación coral de todos los actores implicados, que se lo pasaron en grande durante el rodaje, y eso se nota. De hecho, otra anécdota que se cuenta es que Scorsese no podía evitar partirse de risa en cada escena.
Griffin Dunne y Rosanna Arquette en un fotograma de Jo, Qué Noche (After Hours, 1985).
 
El rodaje se llevó a cabo en 40 días (o, mejor dicho, noches) y el presupuesto fue relativamente bajo. Es por ello que se considera como un film menor dentro de la carrera de Scorsese pero yo creo que tiene muchos puntos fuertes y muchas audacias técnicas que denotan la marca del genial director neoyorquino. Por ejemplo, además de los ya mencionados anteriormente, la escena en que Linda Fiorentino arroja unas llaves a la calle para que Griffin Dunne pueda subir al apartamento se rodó con una plataforma que permitió obtener un primer plano de las llaves cayendo. Otra secuencia que muestra la excelente dirección y el magnífico montaje es cuando Dunne queda atrapado en el cuarto de Arquette y derrumba la puerta para salir, escena tomada en un plano picado muy abrupto (como podéis apreciar en el trailer del film).
En cualquier caso, y a pesar de haber dirigido obras maestras de la talla de Taxi Driver (1976) o Toro Salvaje (Raging Bull, 1980), Scorsese nos deja una película muy divertida con su sello personal y que, tal y como les dijo a los miembros del equipo de rodaje, le devolvió las ganas de hacer cine... que le habían quitado todos los problemas que tuvo que afrontar con La Última Tentación de Cristo (que pudo retomar más tarde). Creo que todos estaremos de acuerdo en que menos mal que Scorsese ha seguido rodando películas.
Por último, quiero destacar el gag final de la película, que cierra el guión como un círculo y que, para mí, es el mejor chiste del film y culmina de manera excelente el mismo... pero no os lo voy a contar, tendréis que ver la película.
 
Resumiendo... Jó, Qué Noche es una película muy entretenida, audazmente rodada y con una labor de montaje excepcional. En definitiva, totalmente recomendable y que ya en IMDB (http://www.imdb.com/title/tt0088680/?ref_=fn_al_tt_2) le conceden un 7.7/10 tras la votación de 37879 usuarios de esta base de datos.
 
Calificación global: 83/100